Mi piel de seda acaricia tus sentidos,
destila el aroma de suaves pétalos
mi cuerpo se abre como una flor.
Mi piel es tu alimento derretido,
la tocas con tus manos
y se deshace entre la yema de tus dedos.
Mi piel se cubre de tus besos de nácar,
mis poros se erizan de sensaciones
atrapados en el universo de tu cielo.
Mi piel se viste de tus deseos,
tendida en el refugio de tu cuerpo
adentrándose en la humedad de tus gemidos.